El pasado sábado 16 de abril un fuerte terremotó sacudió la
provincia de Manabí, al noreste de Ecuador, dejando alrededor de 500 muertos,
según reportan las autoridades.
Además, Diego Fuentes, viceministro del interior, advirtió
que esta cifra puede aumentar, pues los rescatistas han empezado a perder la
esperanza de encontrar sobrevivientes cinco días después del sismo. Debido a
esta emergencia cientos de personas capacitadas para atender emergencias han
llegado desde colombia, México, El Salvador, España y otros países.
El sismo tuvo una magnitud de 7,8 y se registró a las 18:58
hora local, según lo indica el Servicio Geológico de Estados Unidos. Luego el
Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica de Ecuador corroboró la
información, además de afirmar que se han presentado más de 600 réplicas de
hasta 6 grados en la escala de Ritcher se han producido desde el sábado.
El gobierno ecuatoriano ha decretado estado de emergencia en
todo el país; según el viceperesidente Jorge Glas, “la decisión se tomó para
garantizar el orden de modo que se pueda movilizar la fuerza públicapara la
seguridad de los ciudadanos y los bienes”. Más de 10.000 soldados y alrededor
de 4600 policías han sido desplegados para colaborar en misiones de rescate y
garantizar el orden.
Por: Omar Herrera
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